¿De qué se trata?
Eyaculación precoz
La eyaculación precoz ocurre cuando el hombre eyacula antes de lo deseado durante las relaciones sexuales. No existe un tiempo mínimo establecido como tal, generalmente se presenta cuando el hombre eyacula poco después de la penetración, con una mínima estimulación sexual.
A menudo el paciente se siente angustiado y llega a evitar las relaciones sexuales para no sentirse avergonzado al eyacular de manera temprana. Esta situación también puede ocurrir durante la masturbación. Las causas son variadas y puede deberse a niveles anormales de hormonas, inflamación e infección de la próstata o la uretra, y desequilibrios en neurotransmisores del cerebro. Los hombres que tienen dificultades para mantener una erección también pueden desarrollar patrones de eyaculación rápida para compensar esa dificultad.
En la actualidad, existen diversos tratamientos para la eyaculación precoz.

¿Cómo curar la eyaculación precoz?
Consulta con un especialista en medicina sexual masculina
El primer paso es contactar con una clínica de medicina sexual masculina. En Centro Masculino, contamos con un equipo de médicos cualificados y experimentados para identificar las causas subyacentes del problema, ya sea de origen físico o psicológico, y recomendarte el mejor tratamiento para la eyaculación precoz.
Una evaluación médica acreditada
La diversidad de tratamientos junto con una prescripción adecuada soluciona la mayoría de casos
Para curar la eyaculación precoz de manera efectiva, es imprescindible detectar las causas subyacentes. Primero, una entrevista clínica detallada recopila la historia sexual y médica del paciente, identificando patrones y posibles factores contribuyentes. Se utilizan cuestionarios estandarizados, como el Índice Internacional de Función Eréctil (IIEF), para medir la gravedad del problema y su impacto en la vida del paciente.
El examen físico general y genital es crucial para descartar problemas físicos. También se realizan pruebas de laboratorio, como análisis de sangre para verificar niveles hormonales y detectar condiciones médicas ocultas y análisis de orina para identificar infecciones. En algunos casos, se emplean pruebas de imagen, como ecografías, para evaluar los órganos reproductivos.
Por último, la prueba de latencia eyaculatoria intravaginal (IELT) mide el tiempo desde la penetración hasta la eyaculación, determinando la rapidez de la eyaculación.
¿Por qué tratarse?
Ponerte en manos de profesionales es fundamental para mejorar la calidad de vida sexual, teniendo relaciones sexuales más placenteras y duraderas. También mejora la relación de pareja, fortaleciendo la comunicación entre ambos miembros. Además, reduce la ansiedad y la frustración, aumentando la autoestima y la confianza. En resumen, tratar la eyaculación precoz no solo mejora la vida sexual y emocional, sino que también beneficia la salud física general.
Tratamientos para la eyaculación precoz
Un diagnóstico preciso eleva la efectividad a largo plazo
Existen distintos tratamientos para curar la eyaculación precoz abarcan diversas opciones. La terapia psicológica, como la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de pareja, ayuda a abordar factores emocionales y de relación que contribuyen al problema. Los medicamentos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), y los anestésicos tópicos pueden retrasar la eyaculación.
Técnicas de control como el método «start-stop» y el método «squeeze» permiten al paciente aprender a retrasar la eyaculación mediante ejercicios específicos. Los ejercicios de suelo pélvico (ejercicios de Kegel) fortalecen los músculos de esta zona y son muy beneficiosos.
En casos de desequilibrios hormonales, la terapia hormonal puede ser necesaria. Finalmente, tratar cualquier condición médica subyacente, como la disfunción eréctil, es crucial para mejorar el control de la eyaculación y lograr una vida sexual más satisfactoria.
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Preguntas frecuentes
La Eyaculación Precoz es una condición común en la población masculina española afectando a una proporción significativa de hombres. Se estima que alrededor del 20%-30% de los hombres experimentan eyaculación precoz en algún momento de sus vidas.
Sin dudarlo y con ánimo de solucionarlo acudir a un médico especialista cuanto antes y si hiciera falta poner solución. La eyaculación precoz aunque común tiene una respuesta a los tratamientos muy elevada.
Existen múltiples planes de tratamiento para la Eyaculación Precoz, según el momento de aparición de la misma, la duración del tiempo eyaculatorio y su impacto en la calidad de vida. Éstos se basan tanto en terapias psicológicas y estrategias o esquemas de entrenamiento como en fármacos que han demostrado ser eficaces para este propósito.
En pacientes con un tiempo eyaculatorio inferior a un minuto, la Dapoxetina lo aumenta hasta 3 minutos. En general hay un importante aumento del control sobre la eyaculación y sobre la satisfacción en la relación sexual.
Los efectos secundarios más comunes son las náuseas, la diarrea, el dolor de cabeza y el mareo.
En pacientes con determinadas enfermedades cardiovasculares el uso de Dapoxetina está contraindicado por el riesgo de síncopes.
No. A pesar de que se incluye dentro de un grupo de psicofármacos, la Dapoxetina no tiene efecto sobre el estado de ánimo, no provoca ansiedad ni síndrome de abstinencia tras su retirada.
Las tasas de éxito de estas técnicas son del 50-60%. Además sirven también para aumentar la confianza en el rendimiento sexual, disminuir la ansiedad y resolver conflictos interpersonales. Sin embargo, las mejoras conseguidas con éstas técnicas no son mantenidas en el tiempo, con tasas de éxito del 25% a los tres años.
Las cremas utilizadas de forma tópica para retrasar la eyaculación contienen anestésicos tópicos que reducen la sensibilidad del glande, aumentando así el tiempo hasta la eyaculación y la satisfacción sexual.
Habitualmente se aplican sobre el glande unos 20-30 minutos antes del coito. Dado que pueden difundir a través de la pared vaginal provocando efectos indeseados en la pareja, es necesario utilizarlos con preservativo o bien lavar el pene antes de la penetración.